Amor entre culturas distintas.

Encontrarte con el hombre o la mujer que has amado a la distancia es solo una de las situaciones por las que un jugoso porcentaje de las parejas de amores por internet que deciden conocerse personalmente experimentan a la hora de romper la barrera del espacio.

Cuando se encuentran en el mismo lugar todo es distinto, positiva o negativamente distinto.
El sólo hecho de hacer perdurar un cariño intenso a distancia es una gran prueba.
Pero llegan otras aún más fuertes e importantes cuando las intenciones de parte y parte son realmente serias.
Como las familias no están pintadas en la pared a más de un familiar le parecerá una descabellada idea un noviazgo con estas características.
Aunque no siempre es así.
Todo empieza a ser una realidad para el resto cuando ven por fin a la pareja junta.
Recién comienzan a creer de verdad lo que tanto les hablaban del enamorado o enamorada.
Unidos los dos en un mismo plano físico la relación se hace más fuerte.
Incredulidad antes del encuentro y pensamientos negativos hacia la relación de noviazgo que se ha hecho pública, son otra prueba a la que le llamaré Reafirmación de sentimientos.

Cuando Pol-harder visitó por primera vez mi apartamento en Barranquilla, su propósito principal era conocer a mi madre, hueso duro de roer.
Había un ambiente muy tenso, interrogatorios y averiguaciones en aquella primera entrevista, pero él salió orgullosamente victorioso.
Sin embargo mi madre sólo podía ver en él la estampa de mi padre en su juventud cuando la enamoraba y la convenció de casarse a los 19 años. Para los que no conocen mi vida pues eso es algo negativo, ya que mi mamá se separó de mi papá en muy malos términos, con el recuerdo de un último año de convivencia lleno de silencios, fastidios y reclamos.
En fin no es fácil tampoco para unos padres entregar a su única hija y mucho menos prácticamente a un desconocido.
Las suposiciones y experiencias quizás negativas vividas por las personas del entorno, pueden hacer pensar las cosas dos veces antes de aventurarse en la vida matrimonial.
Se piensa dos veces o más antes de decirle sí acepto a un novio de años, entonces, lógicamente se debe pensar aún más cuando el matrimonio es entre dos personas que acaban de encontrarse y que además han vivido en países distintos.
He escuchado muchas veces a la gente decir que el matrimonio es una lotería.
Yo aposté todo al premio mayor y gané. Aunque toda entrega implica una renuncia.

Le di forma a mi sueño de ser feliz con un hombre que me amara para toda la vida y renuncié quizás a ver a mis primos crecer y a sus hijos nacer, renuncié a compartir y celebrar momentos agradables y tristes junto a mi familia.
No sólo es iniciar una nueva familia y vida al lado de quien amas es también cambiar de país y costumbres.
No todos los modelos de vida matrimonial ofrecen a ambos miembros de la pareja el espacio adecuado para su realización como personas y como pareja, para establecer unos patrones sanos de interacción y para servir como núcleo sano para una nueva familia. Los esquemas relacionales están influidos por la cultura. Pero esos esquemas no siempre satisfacen porque a menudo sacrifican a uno de los miembros de la pareja.
A veces la cultura acierta en el diseño de estos roles y en la formación de los patrones de relación entre varón y mujer, entre padres e hijos. Por los frutos se conocen los aciertos dicen.
Pero la cultura con frecuencia yerra. La cultura no puede ser considerada como un absoluto al cual se sacrifiquen las personas. Debe estar al servicio de las personas.

Los amores entre personas del mismo continente son mucho más sencillos porque por ejemplo la cultura latina es casi la misma en todos lados.
Sin embargo aunque se habla español en Sudamérica, los significados de las palabras varían muchísimo.
Y esa es otra prueba, la paciencia.
Es muy fácil enamorarse pero sino es de verdad es mejor no lanzarse al matrimonio.
El matrimonio encierra más que firmas en un papel y una gran fiesta.
El matrimonio es el comienzo de una historia y la conformación de una familia.

Si su amor es tan fuerte como para tolerar las adversidades, las diferencias, las culturas y sobretodo tan fuerte como para luchar juntos por los mismos objetivos, entonces ¡arriba los novios! Y que trabajen por ser siempre felices.